jueves, 20 de enero de 2011

EL DIVINO MAESTRO.


El título dado a esta lección nos permite trazar un verdadero y propio retrato o perfil de la figura de Jesús como didáskalos, maestro. En el Nuevo Testamento se usa este término 58 veces, de ellas 48 en los evangelios, aplicado a Jesús; y 95 veces el verbo didáskein, enseñar, dos tercios de ellas en los evangelios; también en este caso aplicado sobre todo a Jesús. Por tanto Éste es por excelencia el "Maestro" de la comunidad cristiana.

A. JESÚS ES LLAMADO RABBÍ.
a) Es un rabbí que habla en público, como hacían los maestros de Israel: en las sinagogas, en las plazas, en el templo. Jesús es un maestro rodeado de mazetái (discípulos), tiene su escuela (San Marcos 9:5; 10:51).

b) Además, Jesús usa las técnicas de los maestros, dispone de un cierto material pedagógico, didáctico. Sin duda tiene algo de original, sobre todo un aspecto curioso digno de subrayarlo enseguida diversamente de los otros rabbí de Israel.

c) Él elige sus discípulos. Justamente lo contrario de lo que hacían los rabbí; éstos se comportaban como muchos predicadores de hoy: empezaban a hablar en las plazas, y quien se dejaba convencer les seguía. Jesús va en dirección opuesta. Los estudiosos hablan al respecto de una "discontinuidad" del Jesús histórico con el medio ambiente y la cultura en que se movía. A los discípulos les dice en los discursos de la última cena: «No me elegisteis vosotros a mí, os elegí yo a vosotros» (San Juan 15:16).

B. Jesús es un maestro acreditado.
a) El evangelista lo dice con frase incisiva: «Les enseñaba como quien tiene autoridad, no como los letrados» (San Marcos 1:22). Es un maestro que se yergue no a fuerza de autoritarismo, sino con la autoridad del acreditado.

b) Otro paso de Jesús es muy significativo: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea. No, tú enseñas de verdad el camino de Dios» (San Marcos 12:14). Retrato estupendo del verdadero maestro, que no dobla las rodillas, no enseña según conveniencias. ¡Cuántos maestros son falsos en este sentido! «Tú enseñas de verdad el camino de Dios»: otra vez camino y verdad unidos, y concretamente camino y vida juntos.

C. La raíz de su enseñanza es transcendente.
a) Dos pasos son emblemáticos al respecto: «No hago nada de por mí, sino que propongo exactamente lo que me ha enseñado (didáskein) el Padre» (San Juan 8:28), y «Al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (San Mateo 11:27). La enseñanza de Jesús es la enseñanza del misterio del Padre, es una enseñanza transcendente.

b) La enseñanza del Maestro no es de sí mismo como hombre, sino que dimana de una revelación.


PARA REFLEXIONAR EN LA TIENDA:
1) ¿Por qué podríamos decir que Jesús es un Maestro histórico que usa las técnicas del mundo donde está inserto?
2) ¿Qué puede decir usted con respecto a la elección que hace Jesús de sus discípulos y el actual discipulado cristiano?
3) ¿Qué entiende usted por un maestro acreditado?
4) ¿Cómo podemos los maestros cristianos entregar una enseñanza transcendente, que muestre una verdad más allá de los confines del saber humano?

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