jueves, 20 de enero de 2011

LA IGLESIA QUE SE REUNE EN TU CASA

Pastor Iván Tapia

INTRODUCCIÓN.
En estos últimos tiempos son cada vez más los cristianos que abren las puertas de sus hogares para transformarlos en verdaderas iglesias domésticas. En todo caso no es una experiencia nueva, pues la encontramos en toda la historia de la Iglesia, desde su fundación y persecución, cuando era una iglesia auténticamente vivida en las casas, pasando por los monjes irlandeses al inicio de la Edad Media, las fraternidades de movimientos evangélicos en los siglos XII y XIII como los Pobres de Lyon de Pedro Valdo, los acompañantes de Francisco de Asís, los husitas, los hugonotes, lo que podríamos llamar las tertulias cristianas (reunión de personas que suelen juntarse para conversar o pasar gratamente el tiempo) en torno a predicadores y maestros de la Reforma, hasta las modernas noches de hogar, cultos familiares, reuniones de oración y estudios bíblicos en las casas. Hoy por hoy se nombra como células a estos núcleos de vida cristiana que proliferan en el Cuerpo de Cristo, y que dan una nueva vitalidad a la Iglesia.

Responder en mi cuaderno la siguiente pregunta: ¿Cómo es mi grupo cristiano ideal?

LO QUE LA IGLESIA NO ES.
¿Cuál es la definición exacta de Iglesia que da la Escritura?
· La Iglesia no es el edificio (Si continuamos creyendo que la iglesia es el lugar donde se reúnen los cristianos para sus prácticas religiosas, no podremos jamás aceptar una iglesia que funciona en un lugar secular)
· La Iglesia no es la "reunión" o culto.
· Iglesia no es solamente la que tiene personalidad jurídica (la iglesia apostólica, que no tuvo un reconocimiento oficial del gobierno romano ni de las autoridades judías, no habría sido Iglesia; Hechos 4:5-7).
· Iglesia no es solamente la que es dirigida por profesionales religiosos titulados en un seminario (pastores y sacerdotes recibidos).

Escriba en su cuaderno su definición personal de iglesia.

EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA
¿Qué es lo que a un grupo de personas lo hace "iglesia"? La palabra Iglesia aparece por primera vez en el Evangelio cuando Pedro declara que Jesús es el Mesías. Nadie ha venido a decirle a Pedro lo que él debe creer sino que Dios mismo se lo ha revelado. ¿Cuál es la roca sobre la que Jesucristo edificó su Iglesia? Nótese que él ya no dice Petros, sino petra. Desde el punto de vista histórico, Pedro es una figura importantísima en el inicio de la Iglesia de Jesucristo. El mismo Señor le dedicó bastante tiempo y puso especial atención en su formación; le llamó, trató y encargó el cuidado de sus ovejas.

El Nuevo Testamento indica que la Iglesia está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y Pedro es uno de ellos. El mismo Pedro se refiere a Jesús como "piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa" y luego cita la escritura que dice "He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure".

Con San Pablo podemos afirmar que "nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" porque nada habrían sido los discípulos ni nada seríamos hoy nosotros, si Él no hubiese dado su vida en la cruz en rescate por la Humanidad.

¿Cuál es entonces la petra de la cual está hablando Jesucristo a Pedro? A nosotros nos resulta evidente que se refiere a Sí mismo. La iglesia ha sido edificada sobre Su sacrificio, sobre Sus enseñanzas, sobre Su revelación y cada vez que un hombre o una mujer, sin importar su condición social o cultural, se encuentran con el Salvador, se convierten a Él, son enseñados por Él a través de los medios que todos conocemos (la lectura y reflexión de la Biblia, la doctrina de pastores y maestros y la comunión con los hermanos), crecen y son capaces de transmitir esa vida a otros, es que han sido edificados sobre el Fundamento, forman parte de la Iglesia y por tanto llevan en si la semilla para gestar nuevos cristianos y nuevas iglesias.

Leamos los siguientes textos y hagamos una oración después de cada lectura:
- San Mateo 16:13-20
- Apocalipsis 21:9-14
- Efesios 2:19-22
- Isaías 28:16
- 1 Corintios 3:11.

HACIA UNA DEFINICIÓN DE "ECCLESIA"
Al revisar los diversos pasajes en que la Biblia habla acerca de la Iglesia, nos encontramos con distintas metáforas o símiles para explicar su naturaleza.

Cada discípulo lea una de las siguientes tarjetas:

q La Iglesia es un cuerpo, el Cuerpo de Cristo, esto es que tiene vida y está formada por muchos órganos y miembros que se necesitan unos a otros. La Iglesia no es una institución muerta y meramente administrativa sino un organismo con todas las características de un ser vivo: nace, crece, se alimenta, se educa, se desarrolla integralmente, se multiplica, sirve a la sociedad en que vive, etc. Cada iglesia local es cuerpo de Cristo y Él es la cabeza (1 Corintios 12:12-27).

q La iglesia es una novia, la futura esposa de Cristo, lo cual nos mueve a una actitud de espera, preparación, vigilia, oración, castidad espiritual, enamoramiento, planes para el futuro con el Esposo (Cantares 8; Efesios 4:25-27)

q La iglesia es una plantación, plantío de Jehová, la viña del Señor, un huerto que es preciso cultivar, regar, cuidar, podar, abonar, limpiar con pesticidas, etc. de modo que cada planta de buenos frutos, ojalá los doce meses del año y que sus hojas sean para sanidad de las naciones (1 Corintios 3:6-9; Apocalipsis 22:2).

q La Iglesia es un edificio cuyo fundamento es Cristo, las columnas son sus ministros y cada cristiano es una piedra o ladrillo. En la medida que cada uno esté bien ubicado, sea resistente y esté bien ligado al resto de la construcción, ésta será sólida y nada podrá prevalecer contra ella. Cuando Jesús dijo en tiempo futuro "edificaré mi Iglesia" no quiso decir que ésta no existiese en ese momento sino que Él la seguiría construyendo hasta alcanzar su plenitud (Efesios 2:20-22; 1 San Pedro 2:5; San Mateo 16:16-18).

q La iglesia es una asamblea o reunión, un grupo organizado donde hay líderes y encargados de distintas funciones: dirección, finanzas, alabanza, ayuda a los necesitados, visitación, negocios, educación, etc.

q La iglesia es una familia, la familia de Dios, en que hay padres e hijos, en distintas generaciones y, como en una familia, hay un Padre que está preocupado de las necesidades materiales y espirituales de todos (Efesios 2:18,19).

q La iglesia es un sacerdocio en que cada cristiano está llamado a interceder por sus semejantes y a rogar a los hombres que vengan a Dios. Sobre todos los sacerdotes hay un Sumo Sacerdote, que es Jesucristo (1 San Pedro 2:9; Hebreos 10:11-14).

q La iglesia es una nación, un pueblo con historia, bandera, héroes, leyes y principios, estatutos, disciplina, autoridades, ministerios y todo lo que implica el desarrollo de un país. En cierto modo la Iglesia es una embajada del Reino de los Cielos en la tierra (2 Corintios 5:20).

q La iglesia es un pueblo que marcha hacia una meta, Canaán (Apocalipsis 21:3).

Desde un punto de vista semántico, cuando el Nuevo Testamento dice la palabra griega "ecclesia" está hablando de una asamblea legislativa local, como se traduce en Hechos 19:32, una especie de congreso al cual eran llamados de sus labores, negocios u hogares, por un pregonero, para tratar asuntos urgentes de la ciudad, cuando era necesario. Entonces, es la palabra perfecta para describir a una comunidad de creyentes.

Escojamos de nuestro himnario, aquellas alabanzas que nos tipifican como Iglesia y alabemos al Señor.

LA REALIDAD DE LA IGLESIA DE HOY
En la Biblia no existe la iglesia denominacional, aunque San Pablo habla de ciertos partidos o corrientes (1 Corintios 1:12,13; 3:1-4; Filipenses 1:15-18). En esa época el que opinaba diferente era un anatema o hereje (Gálatas 1:8).

Pensamos que podemos convivir y compartir con distintas formas de cristianismo (iglesias católica, protestantes, evangélicas, ortodoxas, etc.) en tanto no atenten a lo fundamental de la doctrina, que es la salvación por la fe en el sacrificio expiatorio de Jesucristo.

Hoy existe la iglesia institucionalizada, aceptada y sometida a las leyes de las naciones, donde no es perseguida. Todo lo anterior tiene consecuencias positivas y negativas, ¿Qué podemos hacer frente a esto? Es nuestra realidad y no podemos negarla, mas nuestro propósito es siempre el mismo: anunciar el Evangelio a las naciones. ¿Cómo podremos convivir y llevar a cabo ese plan de evangelización en este contexto? Hay afinidades y hay diferencias, nos quedamos con las afinidades, como debe ser entre hermanos de una misma familia. La promesa de Jesucristo es no abandonarnos y que el Hades jamás prevalecerá contra la Iglesia. Cristo es uno solo y la Iglesia, su Cuerpo místico, es una sola. Como sea, estamos en tiempos de evangelización y crecimiento. La persecución se da en zonas culturales hostiles al cristianismo y en forma solapada en el ámbito humanista de la sociedad de consumo. En este contexto nace y se desarrolla la Iglesia en Casa, que es nuestro tema de hoy.

LA IGLESIA QUE SE REUNE EN TU CASA
Establecida la definición, significado de la palabra, contexto y ámbito, misión y proyección de la Iglesia, ya podemos abocarnos al concepto "iglesia en casa". Hoy por hoy la iglesia vuelve al hogar.

La iglesia en casa es la única modalidad que permite un "acercamiento sin riesgo" para muchas personas que temen pertenecer a una organización religiosa.

¿Por qué una Iglesia en Casa? Son varios los aspectos positivos que hacen de esta modalidad de evangelización y edificación un método excelente:
1) Compromete a los "laicos"
2) Invita a la vida comunitaria
3) Hace posible la intimidad, hermandad y camaradería
4) Es flexible y menos formal que la litúrgica
5) Promueve una mayor participación
6) Permite el acercamiento de los menos alcanzados
7) Posibilita un discipulado más personalizado

Cualquier cristiano desarrollado en su fe, con una buena preparación personal, espiritual y bíblica, puede abrir su casa e iniciar una Iglesia en otra ciudad o barrio, si sigue los principios del Discipulado.

La existencia de más de una Iglesia en Casa da origen a una Comunidad Cristiana.

Leer oraciones de Evangelización.

LOS CINCO PRINCIPIOS DE LA IGLESIA EN CASA.
Para dar cuerpo a esta propuesta y un sustento bíblico a la modalidad de Iglesia en Casa, presentamos a continuación los principios escriturales que motivan y respaldan cualquier acción en este sentido. Un pastor o iglesia puede no estar de acuerdo en ampliar su radio de acción ministerial más allá de las paredes de su organización, pero no podría negar ni descalificar el trabajo de aquellos hermanos y líderes que, inspirados por el Espíritu Santo, deciden abrir sus hogares para transformarlos uno o más días de la semana en Iglesias del Señor.
He aquí los cinco principios de la Iglesia en Casa. Le sugiero que los busque en su Biblia y subraye el versículo clave con un color identificable.

1. DIOS DESEA QUEDARSE EN NUESTRO HOGAR.
Siempre fue la voluntad de Dios constituir un grupo familiar unido, donde él gobernase los sentimientos, pensamientos y acciones de sus miembros. Una familia auténticamente cristiana es cristocéntrica y está dispuesta a que Jesús la dirija, aún en los aspectos más prácticos. Como a Zaqueo, él hoy nos dice "baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa” (San Lucas 9:5). El Huésped de nuestra casa quiere ser su Señor y no una simple visita a la cual recibimos en algunas ocasiones solemnes. Él desea quedarse en tu hogar.

Oración de la silla vacía: vamos a poner una silla vacía en este lugar y allí vamos a sentar a aquella persona (familiar, amigo, vecino o compañero de trabajo) que aún no ha tenido un encuentro con el Señor y vamos a rogarle a Él que lo traiga a Su Iglesia.

2. ÉL DESEA QUE VAYAMOS A OTROS HOGARES.
Su deseo es que, además de vivir la vida cristiana como nos la enseña en su Palabra, también la comuniquemos y compartamos con otras familias. Al enviar a evangelizar a sus apóstoles les dijo: “Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí” (San Mateo 10:11). Así comienza la Iglesia en una ciudad. A partir de una persona obediente al mandato de Dios y de una casa que trabaja unida. En la Iglesia Discípulos de Jesucristo llamamos Cenáculo a la Iglesia en casa. El Cenáculo o Aposento Alto fue el lugar donde Jesús celebró la última cena de Pascua con sus discípulos y donde les entregó profundas lecciones de discipulado.

Oración por el hermano que está a mi derecha. Va a poner su mano en el hombro de quien se encuentra a su derecha y rogará por él o ella.

3. LA IGLESIA COMENZÓ EN UNA CASA.
Siempre la obra empieza en un hogar. Cuenta la Biblia que el Espíritu Santo llegó a la Iglesia por primera vez en una casa. Dice que el sonido “...como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos estaban” (Hechos 2:2). Entre otras, la Iglesia de Filipos nació en las casas de Lidia y el carcelero de Filipos (Hechos 16:11-40, Filipenses 1:1, Filipenses 4:15-16). Debemos estar dispuestos a abrir nuestras casas a la presencia de Dios y a la de los que necesitan de Él: los ciegos, cojos, pobres espirituales, los que sufren las consecuencias del pecado. Debemos estar abiertos a amarles desinteresadamente. Hay una diferencia entre casa y hogar. La casa es simplemente el edificio. Jesús nació en un pesebre, junto a María y José, mas no podríamos decir que no tuvo un hogar pues ellos fueron su hogar (San Lucas 2:7). La Iglesia comienza siempre en la calidez de un hogar. ¿Acaso antes de construir un templo la comunidad no se reúne en la casa del pastor o algún hermano? Devolvamos a la Iglesia ese fuego que tenía cuando se inició en una casa.

Oración simultánea. Por mi "iglesia doméstica" (esposo, esposa, hijos, otras personas del hogar).

4. ESTE EJEMPLO NOS DIO LA IGLESIA APOSTÓLICA.
Cuenta el libro de los Hechos “Y todos los días se reunían en el templo y en las casas partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón” (Hechos 2:46). Las asambleas se hacían en las casas, ya que en el templo se llevaba a cabo el culto judío. Filemón, discípulo de la ciudad de Colosas, recibió una carta del apóstol Pablo en que éste le dice: "al amado Filemón, colaborador nuestro, y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa" (Filemón 1,2). Esto significa que en casa de Filemón se reunía toda una iglesia. Se ratifica con el caso de Ninfas de Colosas (¡una mujer! ¿podríamos decir que la iglesia neotestamentaria era una iglesia machista?) en que, habiendo una Iglesia de Colosas, coexiste la iglesia en casa (Colosenses 4:15). En su casa se reunía toda una congregación y Pablo la recuerda muy especialmente. Otro caso notable es el del matrimonio de Priscila y Aquila de la Iglesia de Roma, luego trasladados a Efeso habla de “la congregación que se reúne en su casa”, (Romanos 16:3-5; 1 Corintios 16:19; 2 Timoteo 4:19). Tenían el mismo trabajo de Pablo, fabricantes de tiendas. La casa de Priscila y Aquila, ambos judíos, estaba abierta a los hermanos de Roma. Otros ejemplos de Iglesia en casa pueden ser la familia de Aristabulo (Romanos 16:10) o la familia de Narciso (Romanos 16:11).

Tres personas orarán pidiendo que Dios levante Responsables de Cenáculo en esta comunidad de discípulos.

5. CADA DISCÍPULO DE UNA COMUNIDAD ES POTENCIALMENTE UNA CASA.
Puede ser abierta como Iglesia en Casa, pero se requiere que éste madure y crezca a la estatura de su maestro. Un problema de la Iglesia ha sido su identificación con el templo. No estamos contra los templos o lugares públicos de oración y predicación, pero no podemos perder de vista la visión apostólica. Al ganar un discípulo estamos ganando un vecindario, una familia y mucho más. “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa./ Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.” (Hechos 16:31,32)

Leer los siguientes textos: Hechos 2:46,47; Hechos 4:32,33; Filemón 1:3; Romanos 16:3-5; 1 Corintios 16:19; Colosenses 4:15.

Responder en mi cuaderno las siguientes preguntas: 1) ¿Qué he aprendido en esta lección? 2) ¿A qué compromiso me conduce esta enseñanza? 3) ¿Qué espero del Señor ahora?

MENSAJE FINAL "LOS CAMPOS ESTÁN BLANCOS PARA LA SIEGA"
Leamos San Juan 4:31-38.
En esta lección hemos aprendido que:
1) El fundamento de la Iglesia es Jesucristo.
2) Que la iglesia es una "ecclesia", es decir una asamblea formada por los salidos fuera del reino de las tinieblas y apartados para Dios y Su Reino.
3) La Iglesia de hoy, aunque dividida en denominaciones y muy secularizada, necesita crecer y continuar su importante misión.
4) Una forma en que la Iglesia vuelva a su primer amor y sea efectiva en su tarea evangelizadora es promoviendo y edificando la Iglesia en Casa.
5) Hay principios bíblicos que sustentan la Iglesia en Casa.

En la Iglesia Cristiana Discípulos de Jesucristo llamamos Cenáculo a la iglesia en casa. Cada hogar de un discípulo puede convertirse en un Cenáculo si el dueño o dueña de casa abre sus puertas con generosidad a amigos, vecinos, familiares y compañeros de trabajo. Esto es algo que nos puede parecer muy difícil pero en verdad es sencillo. Más que conocimientos se necesita "corazón", el deseo imperioso de servir a Cristo y a nuestro prójimo, entusiasmo por la obra, por la extensión del Evangelio, amor por los necesitados, pasión por las almas. ¡Es tanto lo que podemos ayudar a otros por nuestro conocimiento de Jesucristo! Ya es hora que depongamos toda actitud egoísta y nos decidamos a servir a nuestro prójimo que tiene hambre y sed de Dios, a dar de gracia lo que por gracia hemos recibido. El discípulo fiel responde al llamado de Dios con "responsabilidad".

Brevemente vamos a exponer lo que un cristiano debería hacer para echar a andar un Cenáculo.

1) El lugar. Un Cenáculo se puede instalar en cualquier lugar. Puede ser en su casa, en la casa de un vecino o amigo que la facilite, en un local, en un lugar de trabajo, en una iglesia, etc. lo importante es que sea un espacio tranquilo y que de libertad para realizar todas las actividades del Cenáculo sin interrupciones. El lugar será bendecido por Dios.

2) El día y la hora. Una vez a la semana es la periocidad ideal. Permite desarrollar una mayor cantidad de actividades y conocerse mejor entre los discípulos. No debe ser una reunión muy extensa para no saturar y que haya hambre de seguir juntándose. La hora puede convenirse con las personas, de acuerdo a su disponibilidad de tiempo. El tiempo dedicado al Cenáculo es tiempo para el Señor y Él lo bendice.

3) Los invitados. Es muy importante estar en oración permanente con Jesús, conversar con Él acerca del Cenáculo, pedirle que Él ponga las personas indicadas en nuestro camino. los invitados a la cena son los cojos, los mancos, los ciegos, es decir los que tienen necesidad del amor de Dios. Al ser Responsables de Cenáculo tomamos la posición de padres amantes de sus hijos espirituales. Los invitados así serán bendecidos por el Señor.

4) La invitación. Usted puede optar por una invitación formal y elegante, escrita, o bien hacer una cordial invitación verbal en persona, no por teléfono. Utilice términos amplios y no religiosos, que a las personas muchas veces les desagradan. Puede invitarle a un Cenáculo. Le preguntarán ¿qué es un Cenáculo? Y usted podrá responder: es un grupo de amigos cristianos que se reúnen para aprender de Dios y la vida que a Él le agrada. La pregunta típica es ¿y de qué iglesia son? Responda "de la Iglesia Discípulos de Jesucristo". Si la persona quiere indagar más, déjela con la curiosidad y dígale "si quieres saber más, te esperamos en el Cenáculo". Esté preparado para respuestas negativas, aún agresivas, como para otras muy positivas.

5) La oración. Es la clave del encuentro con Dios. No comience con oraciones, sino que déjela para el momento en que ya se ha hecho el clima de intimidad en el Cenáculo. Explique a los invitados que orar es "conversar con Dios". De el ejemplo de oración sencilla, haciendo usted mismo una oración práctica, puntual, directa y breve. Evite en su oración alusiones al Antiguo Testamento y a pasajes de la Biblia desconocidos por los invitados. No se "inspire" demasiado como en su oración personal, no grite ni haga manifestaciones carismáticas como hablar en lenguas o profetizar ante sus invitados, no los asuste, atraígalos. La idea es que para ellos resulte fácil contactarse con el Señor. Utilice diversas técnicas de oración: oración por el que está al lado, oraciones escritas, acciones de gracias, peticiones, etc. El Maestro bendecirá las oraciones de sus invitados.

6) Las alabanzas. Enseñe a sus invitados el significado de los cantos, estimúlelos a alabar a Dios en forma natural y expresiva. No exagere en este punto. Utilice el himnario "Cantad con Gozo a Dios". Si dispone de un instrumento y alguien que lo acompañe, mejor. En la elección de las alabanzas déjese conducir por el Espíritu Santo. Dios bendecirá la alabanza pues Él habita en medio de ella.

7) La Palabra de Dios. La reflexión de la Biblia es el punto central del Cenáculo. Para comenzar un Cenáculo es bueno iniciarlo con el estudio de las Enseñanzas del Cenáculo propuestas en http://ensenanzasdelcenaculo.blogspot.com/ sitio de Internet que entrega los principios espirituales del Reino de Dios y el Discipulado. Léalo usted o alguno de sus discípulos, coméntelo y luego desarrolle con sus invitados las preguntas planteadas en la lección. Modere la participación de las personas con amor y humildad. Usted es un cristiano convertido y ha recibido muchas enseñanzas del Señor. Confíe en las capacidades que Él ha desarrollado en usted. Dios bendecirá Su Palabra, la cual nunca vuelve vacía.

8) El apoyo pastoral. Recuerde que no está solo/a. Usted pertenece a una comunidad de discípulos con un Pastor capacitado para ayudarle y apoyarle en todos aquellos aspectos en que usted esté débil, tenga alguna duda o no sepa como actuar. La Iglesia Discípulos de Jesucristo le brinda además una instancia de perfeccionamiento como Responsable de Cenáculo en la reunión periódica de Tienda de Responsables. Nada hay más bello que trabajar por la salvación de las almas y por la extensión del Reino de Dios. El Príncipe de los Pastores le bendecirá en abundancia.

Querido hermana y hermana: atrévase a abrir las puertas de su hogar y de su corazón a los que sufren soledad, enfermedad, culpabilidad y todo tipo de enfermedad espiritual. Abra un Cenáculo allí donde le sea más fácil. Confíe en Dios, Él le acompañará, Él le bendecirá.

El Señor Jesucristo quiere multiplicar en estos últimos tiempos Su misericordia. Él necesita nuestras manos para servir, nuestro cansancio para dar descanso a otras vidas, nuestro corazón lleno de amor para con el prójimo. Los campos de este mundo están listos para la siega, el Evangelio ha sido predicado en todo lugar y sólo falta que nosotros hundamos la hoz del segador para cosechar vidas para Jesús. Nuestra hoz es el mensaje del Evangelio del Reino. Ya es hora de que tomemos la firme decisión de cumplir nuestra misión: evangelizar y servir. No podemos desoír Su voz llamándonos: "...Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega"

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