jueves, 20 de enero de 2011

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE GÉNESIS



¿Cómo vamos a analizar el libro de Génesis? ¿Lo estudiaremos como hechos históricos, que podrían llevarnos hacia interesantes disyuntivas, discusiones e investigaciones, las cuales deberíamos cotejar con la Arqueología y la Antropología y todas las ciencias auxiliares de la Historia? ¿O mejor lo abordamos desde un punto de vista netamente espiritual? Es en este último sentido que hemos querido incursionar en el Libro Sagrado, bajo la perspectiva del discipulado, descubrir, con la ayuda del Espíritu Santo, que nos quiere revelar el Señor en él.

¿Por qué estudiar el Génesis? Porque es el libro de los comienzos, nos explica la vida, nuestra posición en el universo creado, la razón de la condición humana, el papel del diablo, la historia de la salvación, los juicios de Dios, etc. A través de la lectura del Génesis nos explicamos el tiempo presente.

¿Qué importancia tiene la lectura y estudio del Génesis para un discípulo? Nos enseña el valor de la obediencia la sumisión, la sujeción, la humildad; nos enseña que la Iglesia es un arca con diversidad de personas para amar y cuidar y que un discípulo es una paloma, no un cuervo.

¿Qué relevancia tendrá su estudio para una comunidad cristiana? Génesis es la partida de la historia bíblica, expresa los principios básicos de la espiritualidad judeo-cristiana, la manera de establecer una vida de relación con Dios, tanto individual como colectivamente. El Génesis es parte de la historia de nuestra fe. Nuestra historia no se inicia con nuestro nacimiento, con las raíces de nuestra familia o con la historia de mi patria, ni con los comienzos de mi iglesia, ministerio o comunidad eclesial; nuestra historia, la de todo cristiano, se inicia en el Génesis.
Este libro no es algo ajeno a nuestra fe, no es algo sin importancia, un dato más o una fábula, es una realidad, la verdadera historia de mi vida que comienza en el principio de los tiempos.

¿Cómo ha de ser la lectura de Génesis? Hay diferentes niveles de interpretación, que podríamos bosquejar de la siguiente forma:

a) Literal. Es el modo más sencillo de interpretar el texto, el que está más al alcance de todo entendimiento. Si el texto dice que Dios hizo al hombre del polvo de la tierra, por ejemplo, se interpretará esto al pie de la letra, literalmente, exactamente como dice la Escritura. Hay muchos comentarios bíblicos al respecto.

b) Ortodoxa. Es la interpretación tradicional, aceptada por toda la Iglesia; la enseñanza que se infiere de cada acontecimiento relatado en la Biblia y que ha sido desarrollada por los grandes teólogos a través de la historia del Cristianismo. Tradicionalmente se cree que el hombre fue modelado por las propias manos de Dios y esto significa que Él es nuestro Hacedor y no un principio impersonal químico o físico, menos que nos hiciéramos a nosotros mismos o que seamos resultado de la casualidad. Esta interpretación no niega la anterior.

c) Simbólica. La Biblia está escrita en un lenguaje simbólico; utiliza imágenes, parábolas, arquetipos, tipos, etc., todo tipo de símbolos que en sí mismos encierran un mensaje para las edades. En el ejemplo deberíamos comprender lo que significa ser barro o polvo en las manos de Dios; Él es nuestro Alfarero que amasa con Sus manos nuestra persona. El barro habla de tierra, de debilidad, de la imposibilidad de ser Dios; somos barro, esa es nuestra condición.

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